Tempus Fugit
En mis últimas obras ha empezado a tomar especial protagonismo la naturaleza y la vida animal. Estos nuevos trabajos vienen marcados por el cambio de rumbo que mi propia vida tomó cuando decidí dejar Madrid. Los grandes horizontes, atardeceres mágicos de colores imposibles, la flora, los animales, domésticos y salvajes, empiezan a formar parte de mi vida, mi rutina y, en consecuencia, de mi arte.

Llegó entonces la pandemia que asoló a los humanos en todo el planeta, y, curiosamente, la naturaleza pareció recuperar el terreno perdido: Los pájaros volvían a las ciudades, la hierba crecía libremente, los corzos, lobos, etc. se aventuraban a nuevos terrenos que habían recuperado el silencio. La humanidad se encerraba para protegerse y el planeta parecía aprovechar para respirar y descansar.

Entre ola y ola de la pandemia, dos periodistas y un conservacionista son asesinados por una banda terrorista con poder en Burkina Faso mientras grababan un documental sobre la caza furtiva en la zona. La noticia pasó de puntillas entre los grandes titulares más de moda en el periodismo del momento. Lo que a mí me llamó la atención de esa noticia fue que David Beriain, el periodista navarro asesinado era internacionalmente conocido por sus reportajes y documentales, siempre en los escenarios más peligrosos que se pudiesen imaginar (se había adentrado en el corazón del narcotráfico, las guerras, organizaciones mafiosas y terroristas). Sin embargo fue asesinado junto a sus compañeros mientras trabajaba en un proyecto sobre caza furtiva en África, algo aparentemente menos peligroso que otros trabajos realizados.

¿Qué poder maneja, qué lucro rodea la caza de ciertos animales para que hayamos llevado a tantos seres vivos maravillosos a la extinción o a encontrarse en peligro de desaparecer? Y más allá de la caza, ¿Por qué hay tantos animales en peligro por la acción directa o indirecta del hombre? ¿Por qué, no ya la pérdida de un ser vivo, sino la de toda una especie no es portada de periódicos ni abre noticieros? ¿Por qué a los humanos nos cuesta tanto empatizar con las otras especies con las que compartimos planeta? Alguna pregunta es claramente retórica, teniendo en cuenta que ni siquiera somos capaces de empatizar con los de nuestra misma especie…

Todo ello, unido al momento de mi vida en el que había comenzado a vivir y convivir con tanta otra vida como hay más allá del hormiguero asfaltado que es la gran ciudad, me llevó a querer conocer mejor esas especies, sus circunstancias y la magnitud de la importancia del concepto de Biodiversidad.

Atacar la biodiversidad de la que formamos parte y de la que dependemos para nuestra propia existencia, no hacer lo posible e imposible para garantizar la vida de la mayor diversidad de seres, es no respetarnos a nosotros mismos y, sin lugar a dudas, nos arroja necesariamente a nuestra propia extinción. La alimentación, el descubrimiento de nuevos fármacos, la cura de enfermedades, etc., todo depende directamente de esa biodiversidad. Permitir por acción u omisión la aniquilación de una sola especie en la Tierra es alimentar la propia extinción de la Humanidad. En ese camino a la extinción ni siquiera seríamos los últimos seres en desaparecer de la Tierra, siendo como somos aun la mayor plaga del planeta. Reducir la biodiversidad es eliminar los diversos caminos que la vida ha elegido para salir adelante porque la vida se alimenta de más vida.

TEMPUS FUGIT nace de esa necesidad de reflejar en mi pintura la inmensa belleza y la fragilidad de la vida, alcanzar la emoción hasta sentir cerrarse la garganta al reconocernos ante la visión del amor en crudo de un individuo y su familia, una madre y su cría, o ante el rostro de alguien de otra especie que nos lanza como dardos sus propias emociones en una mirada, llena de inteligencia, que necesariamente nos obliga a enfrentarnos con nuestras propias responsabilidades. TEMPUS FUGIT es una oda a La Vida, a los lazos que nos unen a todos los seres vivos y que dan sentido a lo que somos.

Todas las obras de TEMPUS FUGIT, son pinturas en torno a animales en peligro de extinción: unos, de mi entorno y muchos, mamíferos, lo que por parentesco nos debería ayudar a empatizar y a sentir como propia la fatalidad de su desaparición.

Mamá, Mira!

1,000 €
Disponible.
Óleo sobre lienzo 70x100 cm. Bastidor 4 cm
Con toda la aparente rudeza que puede tener el rinoceronte, nada más tierno que ver cómo una cría se va metiendo en todos los charcos que el camino le pone por delante, cómo se chulea y reta a todo lo que se mueve y cómo su madre aguanta paciente sus travesuras.

En Brazos

1,000 €
Disponible.
Óleo sobre lienzo 70x70 cms. canto de bastidor de 4 cms pintado.
En Brazos es una de las obras pertenecientes a Tempus Fugit, dedicadas a la maternidad, en esta ocasión protagonizada por el Gorila.
Nada ofrece mayor calma y seguridad que observar el mundo en los brazos de la madre, porque ningún amor protege y envuelve como el de ella.

Madre de dos

Vendido.
Óleo sobre lienzo 70x100 cm.
En bastidor de 4 cm

Me pidieron algo especial para una mujer estupenda que cumplía 50 años. Una genial veterinaria y cirujana, amante de los animales y paciente madre de una niña y un niño. No podía encajar todo mejor con mi proyecto Tempus Fugit.
Madre de Dos ha llegado a su hogar, la nueva casa que estrena esta preciosa familia.
Que el amor adorne los muros que os protegen.

Urogallo

160 €
Disponible.
Acuarela sobre papel 30x30 cm

Jorobada en El Caribe

185 €
Disponible.
Acuarela sobre papel 31x41 cm.
Esta es una de las dos acuarelas que he dedicado a las ballenas y, en ambos casos, acompañadas de sus crías. No serán las últimas, los cetáceos me han fascinado desde la niñez. Siempre se me antojaron ser nuestros iguales marinos.

Retrato 2021. Proyecto Tempus fugit

Reservado.
Óleo sobre lienzo 60cm diámetro.
Si puedes ver mi alma puedes encontrar tu humanidad. No estás perdido.
Esta obra fue mi primer acercamiento al retrato de los simios y determinó la necesidad mía de dedicar mis pinceles a la defensa de la biodiversidad. Amo este retrato.

Mamá Jorobada. 2021

Disponible.
185€
Acuarela sobre papel. 41x31cm

Mamá Jorobada es la primera de las 2 acuarelas que he dedicado a las ballenas Jorobadas. En ambas ocasiones me nació pintarlas en acuarela y con sus crías. No serán mis únicos acercamientos a las Ballenas.

30 millones de Gorriones. 2019

Vendido.
Colección particular. Alpedrete, Madrid.
Óleo sobre madera. 90 cm. diámetro.
Hace unos años leí un artículo en el que se comentaba la alarmante desaparición en España de 30 millones de gorriones. Los Gorriones, simpáticos y macarras, habían formado parte del paisaje de mi ciudad desde que tenía memoria y era cierto que, desde hacía ya tiempo, era difícil verlos en la calle. El ruido, la contaminación, la falta de alimento adecuado los expulsó. Hoy comparto mi hogar con ellos y con petirrojos, herrerillos, golondrinas, aviones, jilgueros, verdecillos. La encina parece a veces santuario y, a veces, un patio de vecinas. Una no puede dejar de sonreír con los trajines que se traen.